"Dr. Angel Kristo Acoglanis. El último portero e intérprete de ERKS, fue el médico Ángel Cristo Acoglanis, desaparecido en la década de los ochenta en violentas y extrañas circunstancias. Su nombre parece ser un reflejo de su esencia, una mixtura entre espiritualidad crística y herencia helénica; cualidades idóneas de este hombre para ser el recipiente de una fuerza mayor a la que se llamó Saruma.
Bajo la autoría de Saruma, se encuentran los Diarios de ERKS, crónicas donde se revelan las características y misión de este enclave del cono sur.
En dichos diarios encontramos, por ejemplo, el significado del nombre ERKS (Encuentro de Remanentes Kósmicos Siderales), su relación con Shambhala, la Hermandad Blanca y la Confederación Intergaláctica.
Todo esto trabaja para que la humanidad recupere su verdadera naturaleza. Tal como visto desde el espacio, nuestro planeta tierra no tiene fronteras; no hay más diferencias entre los seres humanos que las creadas por una mente desbordada de miedos y preconceptos, producto de un paradigma caduco. Dentro nuestro, todos compartimos el mismo anhelo de bienestar, la profunda búsqueda de Unidad y la necesidad de expresar nuestra verdadera naturaleza: el Amor. Tal anhelo de Unidad está latente en lo profundo de cada ser humano. Pero es, en un principio, un susurro, que apenas puede oírse en medio del ruido de los quehaceres cotidianos. Sin embargo, late más fuerte cuando un arquetipo lo hace presente, y ese arquetipo renace con la ciudad de ERKS.
A través de la historia de la literatura, han aparecido obras que ilustran la arcana voluntad de experimentar un nuevo modo de vida, en un ambiente en el que los habitantes convivan con sus congéneres y con la naturaleza en armonía, sirviendo al mutuo bienestar, a la paz, al equilibro, en pos del crecimiento de todos. Tomas Moro, Francis Bacon, Tommaso Campanella, Bulwer-Lytton, James Hilton, desarrollaron visiones del mejor mundo posible que pudieron imaginar, legando la imagen a la eternidad.
De allí la importancia de la utopía. ERKS es la nueva utopía, es el renacer del sueño dentro de nosotros mismos. Comprometernos con transformarnos profunda e individualmente, para precipitar en su día la sociedad que esperamos. No alcanza ya con quejarse de lo que hace o deja de hacer el otro, sea este “otro” el gobierno, un vecino o la pareja. Somos nosotros los protagonistas, los constructores de este mundo nuevo. Seamos el ejemplo viviente del mundo que soñamos.
Re-significar la Utopía, es re-significar la Esperanza, y devolver a la humanidad las ganas de soñar un mundo mejor, y creer que es posible. Pero para verlo nacer, es preciso hacerse uno con el Sueño, amarlo realmente y cambiar lo que haya que cambiar en uno para ser un pequeño embajador de ese futuro anhelado hoy, desarrollarlo internamente, sumando día a día detalles que lo engrandezcan…"