No vamos a negarlo, con Marcelo Martorelli arrastrábamos una deuda pendiente, que se remontaba a la publicación de nuestro estudio sobre la Tierra Hueca [1]. En aquel extenso monográfico, Martorelli fue objeto de nuestra pesquisa, aunque en aquella oportunidad no fue posible conocer al hombre, que por más de veinte años llevaba estudiando uno de los temas más controversiales, dentro del extenso universo de los enigmas.
Pero el destino tenía reservado una sorpresa, y hace unos meses finalmente se produjo el encuentro, que hoy confieso en su momento me causó una enorme impresión. En aquella oportunidad Marcelo me trajo como obsequio su último trabajo, Contacto Físico Establecido, continuación de El Llamado Planetario.
Transcurrido un tiempo más que prudencial, Crónica Subterránea se contactó nuevamente con Marcelo para pedirle accediera a un reportaje exclusivo con nuestro sitio, al cual aceptó gustoso. En esta primera aproximación nuestro invitado profundiza no solo en los misterios que rodearon la muerte de Steve Currey, sino que además, da cuenta de su relación con el enigmático Ángel Acoglanis, y por ende de ERKS.
Una entrevista imperdible!
DG: Al hablar de iniciación y por ende iniciados, parece hacerse referencia a una especie de utopía en franca extinción. Generalmente este tipo de educación parece hoy día no tener lugar en la sociedad que actualmente transitamos, sin embargo en tu caso, ese camino está más que documentado en base a experiencias que se remontan a tu niñez, y que se intensificaron en tu camino de adulto. ¿Sos consciente de este proceso?
MGM: Tendría que decirte que sí en la actualidad, pero honestamente, en mis primeros años en la enseñanza de la mano del Maestro Yaco crecí, finalmente, como él mismo escribió, él decía: “Crece sin tener noción de tu propio crecimiento”. Así me enseñó, así aprendí, sin tener la más mínima idea de lo que iba sucediendo conmigo, mientras aprendía a observar la realidad, desde una óptica totalmente diferente, la transformación interior operaba en mí, casi sin reconocerlo, sin prisa pero sin pausa. Cuando empecé a darme cuenta paulatinamente que mis procesos de vida se alineaban y ajustaban en forma natural a la sintomatología iniciática, la cual ya había sido ilustrada anteriormente por el Maestro, empecé a reconocerme en dichos síntomas, y fue así que estos arrojaron sus señales y entonces, finalmente, siempre me encontraba ante una reveladora sorpresa, ante algo que nunca esperaba…
Hasta que el Maestro y mi Padre partieron (esto sucedió en un corto lapso de tiempo entre ambos) los principales referentes de mi vida desaparecieron y fue allí donde me detuve abruptamente y conciente sobre mí mismo, realizando naturalmente una profunda mirada retrospectiva de toda mi vida, hasta que pude realizar una síntesis conciente de lo que había sucedido conmigo, a lo largo de mis 42 años de vida en ese momento… Podría decirte que recién allí me di cuenta, finalmente, la magnitud de todo el sendero que había transitado…
DG: Prosiguiendo con tu educación espiritual, algunas de tus influencias primarias hacen mención a Ángel Cristo Acoglanis, quién fuera clave en la historia de ERKS. Contame como fue esa primera aproximación con el famoso enclave subterráneo, negado hoy día, pero con fuertes indicios de realidad.
MGM: Causalmente también fue el mismo Maestro Yaco quien me acercó a Ángel Acoglanis allá por 1985, quien a su vez era amigo personal del Maestro. Ángel venía asiduamente a escucharlo a su Institución “Hacia la Paz del Hombre”… fue allí donde lo conocí… Hasta que, finalmente, Ángel invitó al Maestro Yaco a Los Terrones, Capilla del Monte, Córdoba, a un primer encuentro para establecer contacto con Ellos… Y así sucedió…
Luego de varios encuentros allí, en el cual participaron el Maestro Yaco, Ángel y otros, luego de varias reuniones, Ángel de parte de Ellos, le sugirió al Maestro Yaco, regresar la próxima vez con dos discípulos, uno en cada mano, así le había sido dicho. Y fue como entre el Maestro Yaco y Ángel decidieron que esas personas que debían acompañar en una primera instancia al Maestro Yaco éramos nosotros, los dos Marcelos; su sobrino y yo…
A pedido de Ángel, nos fue sugerido que nosotros, debíamos prepararnos con él para el contacto, teniendo encuentros semanales en su consultorio de la calle Callao. Por supuesto, así lo hicimos…